ACA TOY!!!
¿Me extrañaban?
Y, BUEH.. Doña, para que le voy a contar como quedé después de 40 horas seguidas de energúmenos concentradas. No, ni se les ocurra pensar que desnutrido. Nos morfamos un costillar que otra que la picada de los padres que fueron a Tandil nos enrostran.
Pero estos energúmenos nuestros desafiaron las leyes orgánicas de la Biología Moderna.
ROMPIERON LAS GUINDAS TODO EL FIN DE SEMANA.
Y mire Ud. que algunos fueron ajusticiados de forma continua. Para la próxima, vamos a tener que repensar los ajusticiamientos porque no había cosa que los durmiera. También estoy pensando en llevar Roipnoll (si es que así se escribe) para que brinde una tregua en el combate que se libra en cada gira a la que nuestros dulces hijitos se dirijan.
Ya sé, son chicos.
Delincuentes!!! es lo que son, con una mezcla de hormonas e hiper-actividad digna de un programa de Discovery Channel.
Pero son nuestros energúmenos, y con eso esta todo dicho. Hay que aguantarlos, resignarse y disfrutarlos porque todo pasa pronto y, la verdad, perderse algo de todo lo que ellos están viviendo es una real pena.
Así que a riesgo que hayan ya escuchado una y mil veces lo que esta gira deparó, les voy reseñar un poquito la historia.
Todo empezó a la 5.00 de la Mañana del Sábado. ¿Qué despelote?. Los choferes hacían piedra, papel y tijera cuando los vieron llegar. No querían saber nada, uno atinó a acostarse en el medio de Libertador cuando divisó un camión cisterna aproximándose. Los compañeros lo contuvieron al grito de "Todo pasa en esta Vida" y pudieron salvarlo de un suicido seguro. Llorando abrieron las puertas del micro y, de la forma acostumbrada a la carrera y empujándose, los energúmenos subieron. La limpieza y pulcritud duró hasta que subió el quinto pasajero que ya había derramado el primero de los 150 vasos de jugo y café que decoraron el piso, las paredes, los vidrios, algún chofer etc etc. del Chevalier.
Capítulo aparte la dormida del Manager, que es el día de hoy que se esta disculpando con los padres, los jugadores, Dios, La Virgen, Yaveh, el Budda y cuanta entidad espiritual hay en la metafísica. Igual la bandera que nos trajo lo salvo de las recriminaciones de sus protegidos.
5.45 Arrancamos al grito de Noss Vamos...!!!. Cuánta cara de satisfacción que había en los Padres y Madres convocados para la despedida. Más de uno reprimió un saltito, un aplauso y dos vivas.
Que decir del viaje. Algunos pudimos dormitar, con el riesgo que eso deparaba. El piso superior era un coctelera, pero llegamos al Atalaya sin novedad. Allí subió el último pasajero resagado y las medialunas del desayuno. Tipo demonio de Tazmania se arremolinaron a los mordiscones alrededor de los paquetes y en cuestión de 15 segundos de las medialunas no quedaban ni la bandeja.
Volvieron a esa costumbre que han instaurado en giras anteriores de asomar sus bellos y blanquitos trastes por las ventanillas en los peajes. Algo que causa el deleite de cuanto transeúnte los mira. Un espectáculo digno de ser descubierto por alguna cámara digital.
Con la acostumbrada y reiterada (1512 veces) ¿Cuando llegamos? transcurrió el viaje hasta que a las 11.15 tocamos tierra tandilense.
Muchos Padres ya nos estaban haciendo el aguante in sittu.
Y, ahi nomás, al bajar del Micro la gente del Club Los 50 empezaron a deshacerse en atenciones.
Se formaron tres equipos. Dos para jugar con los 50 y uno para jugar con los chicos de Montegrande que nos pidieron uno tamaño small, porque ellos trajeron hasta la novena. Así que cumplimos con todas las expectativas y les dimos un equipito a cada uno para que se entretuvieran. La 96 es así, colma todos los gustos y necesidades.
Qué se puede decir del Rugby que se mostró este fin de semana. Hubo para todos los gustos. Jugaron dos horas a palo y palo. El equipo small se enfrento con otros no tan small y con todas las estrellas que poseían; así que, si bien eran una categoría mas chicos, les pusieron toda la carne al asador y los tamaños no guardaban relación con las edades declaradas. Eran los más grandote que tenían. Igual les presentaron batalla toda la mañana y aguantaron los trapos como corresponde.
Los otros dos equipos alternaron con los 19 jugadores que los 50 tienen en Octava. Un muy buen equipo que les hizo frente a los energúmenos en todo momento.
Pero, pero, la 96 prendió los motores, las luces y les llegaba bien el agua al tanque; desplegaron un arsenal de jugadas, tackes, estrategias etc. etc. que maravillaron. Fueron contundentes y aplicaron todo lo que Carlos, Danny y Ale les enseñaron, de maravilla. NO tuvieron fisura en ningún momento. Resultado óptimo, peleado pero seguro; con lujos y sin humillar.
Después llego el tercer tiempo de Patys y Helado. Había que verlos charlando y compartir con los anfitriones. Un orgullo.
Y así se terminó el rugby oficial y empezó la parte super divertida (para ellos) de la gira. Gus Antuña (padre de la 95) sacó de la galera un excursión a la Movediza, el Fuerte y el Dique. Con un chofer aguerrido nos fuimos a trepar y trepar y trepar escaleras.
Me Mataron, había necesidad de subir tantos escalones para ver una piedrita. Pregunté por San Pedro en reiteradas paradas en el ascenso, pero me dijeron que andaba por Sierra de la Ventana.
Quede hecho mierda. No me daban las patas para seguir subiendo, hasta que me negué y cual rumiante me quede tirado en la base de la última escalada. Los guachos de los energumenos subieron a la carrera confirmando mi estado desesperante digno de un tarro de formol.
A las 19.30 volvimos a los 50 para tomar la merienda que los Papas de Marcos y Lean nos habían preparado.
Los nenes que el cansancio era algo que no registraban, largaron con dos horitas aprox de rugby séptima vs. octava (de paso, creo que les ganaron a la séptima pero no digan nada porque sería alardear). Luego se bañaron, al pedo porque siguieron con más corridas y revolcadas. El dormy ya reflejaba las batallas acontecidas, había ropa por todos los rincones y nos resignamos al desorden y al caos hasta el domingo.
Vinieron las Milanesas con Puré y dos chicas de 12 y 13 años preguntando (esto es en serio) si ahí era el baile. Las detuvimos antes que los chicos las vieran y desesperados fuimos a preguntar si había a dos kilómetros a la redonda algún atisbo de velada danzante. Gracias al Señor se habían equivocado y las escoltamos hasta la salida más cercana.
Mientras nosotros le dábamos sin ninguna vergüenza a un Costillar que nos habían preparado en nuestro honor y luego que habían terminado de comer, los niñitos realizaron un piquete al grito de sic. "Abrí los dormis la P... que te P...", cosa que nos lleno de orgullo frente a nuestros anfitriones. ¡Qué sensibles que son nuestros energúmenos!. Todo esto porque querían entrar a la pobre habitación e irse a dormir.
DORMIR!!! que dormir, jodieron hasta las 4.00 de la mañana donde fueron amenazados con vestirse y salir a trotar. Ahí la cosa menguo hasta las 8.30 que se fueron levantando para desayunar.
Medilunas y Tostadas que fueron devoradas en cantidad abultada.
Al Centinela fue la orden, subimos al Micro y nos llevo a dicho paraje. Hicieron trepadas, tiroleza y de todo un poco hasta el mediodía que nos esperaban en el club para despedirnos con el almuerzo.
Partimos a media tarde, en el micro al cual le rogamos que no tuvieran la gentileza de llenar los termos con cafe y jugo para que no se lo redecoraran nuevamente.
No durmieron ni por un kilómetro y siguieron con sus actividades las cuales no incluían ni la lectura ni escuchar música de cámara.
Llegamos a la 9.00 y, gracias a Dios, todos los Padres nos los sacaron de encima al grito de "Qué se repita, Qué se repita"
Y así fue, con todos los ingredientes que hacen de este paseíto un Gira Normal De un Equipo De Rugby". Sin estos hechos y desventuras no sería lo que es.
Para aquellos que recién estrenan, siempre son así. Por eso todos quieren ir en ellas.
Es más, deben ser así.
Aunque quedemos hechos papilla los entrenadores y acompañantes. Igual la hemos disfrutado un montón porque los veíamos divertirse como nunca.
Ya he agradecido a todos los que la hicieron posible.
Faltaba agradecer la confianza de los Padres entregándonos a sus hijos.
¿Me extrañaban?
Y, BUEH.. Doña, para que le voy a contar como quedé después de 40 horas seguidas de energúmenos concentradas. No, ni se les ocurra pensar que desnutrido. Nos morfamos un costillar que otra que la picada de los padres que fueron a Tandil nos enrostran.
Pero estos energúmenos nuestros desafiaron las leyes orgánicas de la Biología Moderna.
ROMPIERON LAS GUINDAS TODO EL FIN DE SEMANA.
Y mire Ud. que algunos fueron ajusticiados de forma continua. Para la próxima, vamos a tener que repensar los ajusticiamientos porque no había cosa que los durmiera. También estoy pensando en llevar Roipnoll (si es que así se escribe) para que brinde una tregua en el combate que se libra en cada gira a la que nuestros dulces hijitos se dirijan.
Ya sé, son chicos.
Delincuentes!!! es lo que son, con una mezcla de hormonas e hiper-actividad digna de un programa de Discovery Channel.
Pero son nuestros energúmenos, y con eso esta todo dicho. Hay que aguantarlos, resignarse y disfrutarlos porque todo pasa pronto y, la verdad, perderse algo de todo lo que ellos están viviendo es una real pena.
Así que a riesgo que hayan ya escuchado una y mil veces lo que esta gira deparó, les voy reseñar un poquito la historia.
Todo empezó a la 5.00 de la Mañana del Sábado. ¿Qué despelote?. Los choferes hacían piedra, papel y tijera cuando los vieron llegar. No querían saber nada, uno atinó a acostarse en el medio de Libertador cuando divisó un camión cisterna aproximándose. Los compañeros lo contuvieron al grito de "Todo pasa en esta Vida" y pudieron salvarlo de un suicido seguro. Llorando abrieron las puertas del micro y, de la forma acostumbrada a la carrera y empujándose, los energúmenos subieron. La limpieza y pulcritud duró hasta que subió el quinto pasajero que ya había derramado el primero de los 150 vasos de jugo y café que decoraron el piso, las paredes, los vidrios, algún chofer etc etc. del Chevalier.
Capítulo aparte la dormida del Manager, que es el día de hoy que se esta disculpando con los padres, los jugadores, Dios, La Virgen, Yaveh, el Budda y cuanta entidad espiritual hay en la metafísica. Igual la bandera que nos trajo lo salvo de las recriminaciones de sus protegidos.
5.45 Arrancamos al grito de Noss Vamos...!!!. Cuánta cara de satisfacción que había en los Padres y Madres convocados para la despedida. Más de uno reprimió un saltito, un aplauso y dos vivas.
Que decir del viaje. Algunos pudimos dormitar, con el riesgo que eso deparaba. El piso superior era un coctelera, pero llegamos al Atalaya sin novedad. Allí subió el último pasajero resagado y las medialunas del desayuno. Tipo demonio de Tazmania se arremolinaron a los mordiscones alrededor de los paquetes y en cuestión de 15 segundos de las medialunas no quedaban ni la bandeja.
Volvieron a esa costumbre que han instaurado en giras anteriores de asomar sus bellos y blanquitos trastes por las ventanillas en los peajes. Algo que causa el deleite de cuanto transeúnte los mira. Un espectáculo digno de ser descubierto por alguna cámara digital.
Con la acostumbrada y reiterada (1512 veces) ¿Cuando llegamos? transcurrió el viaje hasta que a las 11.15 tocamos tierra tandilense.
Muchos Padres ya nos estaban haciendo el aguante in sittu.
Y, ahi nomás, al bajar del Micro la gente del Club Los 50 empezaron a deshacerse en atenciones.
Se formaron tres equipos. Dos para jugar con los 50 y uno para jugar con los chicos de Montegrande que nos pidieron uno tamaño small, porque ellos trajeron hasta la novena. Así que cumplimos con todas las expectativas y les dimos un equipito a cada uno para que se entretuvieran. La 96 es así, colma todos los gustos y necesidades.
Qué se puede decir del Rugby que se mostró este fin de semana. Hubo para todos los gustos. Jugaron dos horas a palo y palo. El equipo small se enfrento con otros no tan small y con todas las estrellas que poseían; así que, si bien eran una categoría mas chicos, les pusieron toda la carne al asador y los tamaños no guardaban relación con las edades declaradas. Eran los más grandote que tenían. Igual les presentaron batalla toda la mañana y aguantaron los trapos como corresponde.
Los otros dos equipos alternaron con los 19 jugadores que los 50 tienen en Octava. Un muy buen equipo que les hizo frente a los energúmenos en todo momento.
Pero, pero, la 96 prendió los motores, las luces y les llegaba bien el agua al tanque; desplegaron un arsenal de jugadas, tackes, estrategias etc. etc. que maravillaron. Fueron contundentes y aplicaron todo lo que Carlos, Danny y Ale les enseñaron, de maravilla. NO tuvieron fisura en ningún momento. Resultado óptimo, peleado pero seguro; con lujos y sin humillar.
Después llego el tercer tiempo de Patys y Helado. Había que verlos charlando y compartir con los anfitriones. Un orgullo.
Y así se terminó el rugby oficial y empezó la parte super divertida (para ellos) de la gira. Gus Antuña (padre de la 95) sacó de la galera un excursión a la Movediza, el Fuerte y el Dique. Con un chofer aguerrido nos fuimos a trepar y trepar y trepar escaleras.
Me Mataron, había necesidad de subir tantos escalones para ver una piedrita. Pregunté por San Pedro en reiteradas paradas en el ascenso, pero me dijeron que andaba por Sierra de la Ventana.
Quede hecho mierda. No me daban las patas para seguir subiendo, hasta que me negué y cual rumiante me quede tirado en la base de la última escalada. Los guachos de los energumenos subieron a la carrera confirmando mi estado desesperante digno de un tarro de formol.
A las 19.30 volvimos a los 50 para tomar la merienda que los Papas de Marcos y Lean nos habían preparado.
Los nenes que el cansancio era algo que no registraban, largaron con dos horitas aprox de rugby séptima vs. octava (de paso, creo que les ganaron a la séptima pero no digan nada porque sería alardear). Luego se bañaron, al pedo porque siguieron con más corridas y revolcadas. El dormy ya reflejaba las batallas acontecidas, había ropa por todos los rincones y nos resignamos al desorden y al caos hasta el domingo.
Vinieron las Milanesas con Puré y dos chicas de 12 y 13 años preguntando (esto es en serio) si ahí era el baile. Las detuvimos antes que los chicos las vieran y desesperados fuimos a preguntar si había a dos kilómetros a la redonda algún atisbo de velada danzante. Gracias al Señor se habían equivocado y las escoltamos hasta la salida más cercana.
Mientras nosotros le dábamos sin ninguna vergüenza a un Costillar que nos habían preparado en nuestro honor y luego que habían terminado de comer, los niñitos realizaron un piquete al grito de sic. "Abrí los dormis la P... que te P...", cosa que nos lleno de orgullo frente a nuestros anfitriones. ¡Qué sensibles que son nuestros energúmenos!. Todo esto porque querían entrar a la pobre habitación e irse a dormir.
DORMIR!!! que dormir, jodieron hasta las 4.00 de la mañana donde fueron amenazados con vestirse y salir a trotar. Ahí la cosa menguo hasta las 8.30 que se fueron levantando para desayunar.
Medilunas y Tostadas que fueron devoradas en cantidad abultada.
Al Centinela fue la orden, subimos al Micro y nos llevo a dicho paraje. Hicieron trepadas, tiroleza y de todo un poco hasta el mediodía que nos esperaban en el club para despedirnos con el almuerzo.
Partimos a media tarde, en el micro al cual le rogamos que no tuvieran la gentileza de llenar los termos con cafe y jugo para que no se lo redecoraran nuevamente.
No durmieron ni por un kilómetro y siguieron con sus actividades las cuales no incluían ni la lectura ni escuchar música de cámara.
Llegamos a la 9.00 y, gracias a Dios, todos los Padres nos los sacaron de encima al grito de "Qué se repita, Qué se repita"
Y así fue, con todos los ingredientes que hacen de este paseíto un Gira Normal De un Equipo De Rugby". Sin estos hechos y desventuras no sería lo que es.
Para aquellos que recién estrenan, siempre son así. Por eso todos quieren ir en ellas.
Es más, deben ser así.
Aunque quedemos hechos papilla los entrenadores y acompañantes. Igual la hemos disfrutado un montón porque los veíamos divertirse como nunca.
Ya he agradecido a todos los que la hicieron posible.
Faltaba agradecer la confianza de los Padres entregándonos a sus hijos.