

Eran poquitos los pibes pero igual empezaron a darse coraje desde que llegaron a la puerta del club.
Cómo todos saben Banco Nación siempre fue la tara de la 96. Los muchachos juegan muy bien y nunca nuestros energúmenos habían salido airosos con ellos. Aparte eran partidos muy desdibujados, con mucha queja y algunas inconductas. Así que el fantasma al subir a los micros se había agigantado más.
Llegamos puntuales y primeros a San Carlos, la neblina era bastante espesa y el clima era pegajozo, como chicle en el pelo. Los equipos fueron llegando todos, menos los muchachos de Zárate que por la neblina no pudieron venir.
El primero en cantar presente fue Banco Nación; tanto los jugadores como todo los miembros de apoyo de la 96, se negó a contar la cantidad de niños que Banco trajo. Pero eran alrededor de 40. Formaron dos equipos con suplentes. Nosotros uno solito con 5 suplentes.
Se planteo el primer partido con 13 jugadores, o sea con Full Back. Precalentaron, los entrenadores dieron su charla técnica y los padres nos apropicuamos para ver a los niños.
Y empezó nomas.
Si les cuento que era metro a metro, centímetro a centímetro, no es exagerar. Dos tiempos con el primer equipo de Banco Nación se jugaron con toda intensidad. Fue espectacular en todo momento, cerrado y parejo. Los energúmenos no aflojaron en ningún momento, mostrando un solo defecto que fue la falta de tackles contundentes (los especialistas en esa materia estaban ausentes), pero igual pudieron contenerlos.
Cambios en el segundo tiempo y el esfuerzo gigante de lo chicos empezó a generar frutos. Y apareció como naturalmente, como si siempre hubiera sido así, la primer victoria clara y justa de la 96 a Banco Nación. Caras de satisfacción en los más antiguos por haberse sacado un fantasma de encima.
Pero no hubo descanso, los muchachos de Banco trajeron su segundo equipo para salvar el honor. Y no se dieron respiro alguno, otra vez cerrado y sin regalar nada. Al finalizar el primer tiempo Ciudad arriba y soñando con llevarse todo lo que había para repartir ese día. Pero el cansancio y un banco que decidió no darnos esa alegría movió su banco y nos puso todo al asador. Y ahí nomás nos ganaron por dos trys de diferencia, lograron empatar el día y festejar la paridad.
Todos se preguntaban porque hoy, porque con tan pocos chicos nos toco justo con Banco. Pero igual uno de los dos partidos fue para los energúmenos que festejaron el empate como si fuera un triunfo.
Con el día ya pago, la gente de Los Pinos nos pidió una mano y los entrenadores les brindaron cinco jugadores de la 96 para que junto a ellos tuvieran un partido con Banco Nación. Acá la cosa fue de carro, pero los nuestros mostraban cansancio y no se entendían con el entrenador de Los Pinos ni con sus jugadores.
Quedaba un tiempito con el local San Carlos para el resto. San Carlos también estaba con todo su plantel presente y enteritos. Los nuestros ya habían conseguido el objetivo del día y cinco de sus jugadores estaban dando una mano en otra cancha.
La derrota fue el producto de todos esos factores y realmente no les importó porque sabían que todo los habían dejado para superar a Banco y bien contentos estaban por eso.
Muchachos felicitaciones son el orgullo del plantel, porque no cedieron a ningún argumento y mostraron que pueden, no solo con los otros equipos, sino contra los inconvenientes.
Paco mejorate pronto, ¡Cómo extañamos al resto!, y los ausentes feliciten a los presentes por este último fin de semana.
AH... me olvidaba: Gracias Dios, porque Racing se salvo del descenso.
EL RENEGÁU
HINCHA DE RACING.
SUFRIDO POR NATURALEZA