
Valga esta metáfora truquera para festejar el recuento de todos los sábados. Más de treinta siempre es el resultado, y a veces hasta nos sorprendió un 40. Pero el promedio es lo que manda así que nos quedamos con un 30 de lujo, joya nunca taxi, que nos pone de la cabeza.
Carlos, Ale, Tonga y Maxi fueron la conducción y la ayuda necesaria para manejar a los energumenos que ya me están sorprendiendo.
Bah!!!, que novedad, "me están sorprendiendo"...Desde hace mucho el término sorpresas aburre ya en los dedos escritores de este cronista. Pero hoy voy a describir otro tipo de sorpresa, hallazgo o cosa rara.
Queridos progenitores, tutores o encargados: la 96 y sus miembros honorables están creciendo y poniéndose serios. Aunque no lo crean, aunque todavía el inodoro no sea el centro preciso de sus necesidades líquidas, eso esta pasando.
Paso a argumentar esta reflexión:
Todo comenzó a las 10.05, luego de acomodar los bolsos (bueno "acomodar" no es el termino justo para el nido de caranchos que parece el guardarropa de estos niños) escucharon las órdenes de Carlos. Sencillas y propicias para el estado de vigilia que presentaban; la primera fue trotar alrededor del campo para empezar a entrar en ritmo. Esto que resulta sencillo para el entendimiento de un chimpancé víctima de experimentos cerebrales, para nuestros hijos era de una complejidad tal que varios entrenadores terminaron de rodillas, implorando al cielo que los perdone por no saber lo que hacían.
De pronto y como un resplandor en la oscuridad, un ordenado pelotón comenzó a desplazarse en orden y silencio, sin velocistas, sin caminantes; todos juntos, prolijitos como primer día de jardín de infantes, empezaron una mañana que me dejo atónito y listo como creyente para cumplir promesas.
Y así fue toda la mañana, entrenaron sin chistar, serios y con las ganas de siempre.
¿Se estarán poniendo viejos?. ¿Habrán prometido algo?. ¿Los habrá amenazado con ponerlos a leer reglamentos?
Creo, a priori, que se están poniendo más grandes. Están disfrutando más el aprender y viendo los resultados que en los partidos logran, luego de prestar atención en los entrenamientos. Era hasta emocionante comparar en mis recuerdos ese pelotón trotando, bien juntitos, con las corridas y despelotes que en antaño eran capaces de realizar.
Son los mismos, pero ya van dejando ciertas cosas que hasta, a veces, nos divertían y festajábamos, para madurar conformes a su edad la forma de ver el entrenamiento.
Hubo como siempre partidito y festejos de trys, bromas entre ellos, tiros líos y coshha golda. Pero, como hecho notable de la semana, ese crecimiento se ve reflejado en ellos y en la tranquilidad de los entrenadores.
Todo terminó a las doce, y siguieron el kiosco de la sexta con sus notables exquiciteces, los partidos del plantel superior. Luego el domingo de la mano de la m-16, que merecen un crónica aparte que más arriba va a tener su lugar.
Muchachos que lindos se están poniendo, como diría mi abuelita. Sigan aprendiendo de la mano de las personas como Carlos, Ale, Danny y los espías de la M-16, que es la manera para seguir en el su
eño que están edificando.
Nos vemos el sábado
EL RENEGAU
TODAVIA SORPRENDIDO
Carlos, Ale, Tonga y Maxi fueron la conducción y la ayuda necesaria para manejar a los energumenos que ya me están sorprendiendo.
Bah!!!, que novedad, "me están sorprendiendo"...Desde hace mucho el término sorpresas aburre ya en los dedos escritores de este cronista. Pero hoy voy a describir otro tipo de sorpresa, hallazgo o cosa rara.
Queridos progenitores, tutores o encargados: la 96 y sus miembros honorables están creciendo y poniéndose serios. Aunque no lo crean, aunque todavía el inodoro no sea el centro preciso de sus necesidades líquidas, eso esta pasando.
Paso a argumentar esta reflexión:
Todo comenzó a las 10.05, luego de acomodar los bolsos (bueno "acomodar" no es el termino justo para el nido de caranchos que parece el guardarropa de estos niños) escucharon las órdenes de Carlos. Sencillas y propicias para el estado de vigilia que presentaban; la primera fue trotar alrededor del campo para empezar a entrar en ritmo. Esto que resulta sencillo para el entendimiento de un chimpancé víctima de experimentos cerebrales, para nuestros hijos era de una complejidad tal que varios entrenadores terminaron de rodillas, implorando al cielo que los perdone por no saber lo que hacían.
De pronto y como un resplandor en la oscuridad, un ordenado pelotón comenzó a desplazarse en orden y silencio, sin velocistas, sin caminantes; todos juntos, prolijitos como primer día de jardín de infantes, empezaron una mañana que me dejo atónito y listo como creyente para cumplir promesas.
Y así fue toda la mañana, entrenaron sin chistar, serios y con las ganas de siempre.
¿Se estarán poniendo viejos?. ¿Habrán prometido algo?. ¿Los habrá amenazado con ponerlos a leer reglamentos?
Creo, a priori, que se están poniendo más grandes. Están disfrutando más el aprender y viendo los resultados que en los partidos logran, luego de prestar atención en los entrenamientos. Era hasta emocionante comparar en mis recuerdos ese pelotón trotando, bien juntitos, con las corridas y despelotes que en antaño eran capaces de realizar.
Son los mismos, pero ya van dejando ciertas cosas que hasta, a veces, nos divertían y festajábamos, para madurar conformes a su edad la forma de ver el entrenamiento.
Hubo como siempre partidito y festejos de trys, bromas entre ellos, tiros líos y coshha golda. Pero, como hecho notable de la semana, ese crecimiento se ve reflejado en ellos y en la tranquilidad de los entrenadores.
Todo terminó a las doce, y siguieron el kiosco de la sexta con sus notables exquiciteces, los partidos del plantel superior. Luego el domingo de la mano de la m-16, que merecen un crónica aparte que más arriba va a tener su lugar.
Muchachos que lindos se están poniendo, como diría mi abuelita. Sigan aprendiendo de la mano de las personas como Carlos, Ale, Danny y los espías de la M-16, que es la manera para seguir en el su
Nos vemos el sábado
EL RENEGAU
TODAVIA SORPRENDIDO
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