
28 de Mayo de 2009
El Rugby de Muni se atreve a soñar
El equipo de Rugby del Club Ciudad de Buenos Aires tiene por primera vez en su historia la oportunidad de competir en la Reclasificación del Grupo I de la URBA
Por las sensaciones que se viven puertas adentro, el equipo de rugby del club Ciudad de Buenos Aires, ilusiona por primera vez en la historia con el ascenso al Grupo I de la URBA. Se puede decir que esto tiene su precedente en los difíciles momentos del año 2001, donde nace el Proyecto Solidario para realizar visitas anuales a las escuelitas de Santiago del Estero y cuando se integran los nuevos jugadores y entrenadores de la UB (Universidad de Belgrano) que permitió ascender al Grupo II para luego afianzarse y permanecer hasta ahora en dicho grupo.
Desde entonces el equipo ha sido protagonista del grupo y muchas veces tuvo la oportunidad de llegar muy arriba de la tabla, algunas veces en carácter de invicto, pero se daba en la segunda parte del año cuando era para pelear la permanencia en la categoría y no para ascender.
Este año ingresaron a la capitanía de rugby algunos ex jugadores y referentes de los juveniles e infantiles, que junto al capitán general, Luciano Cazenave, impulsaron la designación como entrenadores del plantel superior a Pablo Turk y Martín Soldano, dos ex jugadores que recorrieron el largo camino de los infantiles, juveniles y mayores, hasta recalar en el plantel superior con más de 25 años jugando y entrenando rugby.

El festejo en el lago por la clasificación Foto: Clara Peuriot Bouché
Con esta dupla se generó una mística ganadora, que trascendió al juego de todas las categorías, pero además transmitieron e irradiaron el conocimiento y la experiencia que los jugadores necesitan para triunfar. Así el equipo logró entendimiento y solidez en sus líneas de marcación, un pesado pack de forwards y una buena línea de tres cuartos que lastiman con las pelotas recuperadas merced a la buena capacidad de reposición, despliegue y apoyo en varias secuencias. Hay confianza y humildad, conocen sus limitaciones, porque todavía tienen mucho para aprender y mejorar, saben que el esfuerzo es muy grande y lo sienten en cada partido, por eso se animan a soñar, sobretodo cuando los chicos cantan que "este año Muni tiene todo, tiene todo para ser campeón".
La euforia existente determinó el regreso al club de muchos jugadores que se habían retirado y algunos con gran predicamento en los chicos, como el "Gran Zaffaroni", que cuando ingresa al campo de juego recibe una ovación generalizada.
Es muy difícil hacerles entender a los fanáticos que el ascenso no es fácil de lograr, pero cuando ven a los juveniles hacer sonar el clarinete y retumbar los tamboriles, a los infantiles armar el corredor por donde salen los jugadores, a todo el público al final de cada partido gritar y cantar con mucha alegría hasta más no poder ovacionando a sus ídolos y los jugadores cantar "que la fiesta continúa y no se apaga nunca más" mientras el desborde es muy grande y la fiesta es de todos, los veteranos del rugby no pueden dejar de ilusionarse con la posibilidad de que "este sea el año de Muni".
En el recuerdo de muchos sigue siendo Muni, pero en la realidad ya hace mucho que Muni creció y cambió para ser “Ciudad", se ha evolucionado mucho, se trabajó permanentemente para preparar equipos competitivos, existe el ánimo suficiente para formar una nueva catedral del rugby, se tiene el convencimiento de que este grupo asume con honor representar en el Grupo I al club Ciudad de Buenos Aires y por eso se dice y se siente que “el rugby de Muni se atreve a soñar”.
Rugbytime.com
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