Otro sábado más en esta urbe. Otro sábado más que la 96 se junta con todo el munirugby tempranito en la puerta del club y parte en los micros, meditando y orando, hacía la provincia de Buenos Aires en búsqueda de su anfitrión.
San Cirano esta vez fue el destino, allí llegamos de la mano de Carlos, Ale . Daniel nos esperaba in situ con algunos que habían ido directamente. Algunos resagados más redondearon la suma de 35. Digamos 34 porque restamos al llegar con un herido en la zona de las hamacas, sin pisar el campo de juego. Para resumir 35 presente, 34 jugadores.
Bueno dejemos la tranquilidad en el relato y arranquemos nomas.
TREINTA Y CINCO: Entendieron bien la suma, treinta y cinco; igual o más que San Cirano.
Treinta y cuatro que dieron y repartieron para todos los gustos.
No fue la mejor mañana del año pero repito, TREINTA Y CINCO, es una suma que nos paga los madrugones.
Y eso no es todo.
DOS EQUIPOS, con suplentes. Dos equipos que le jugaron de igual a igual a Andresen y San Cirano.
Desmenucemos más la cosa:
Andresen entrena dos veces por semana y San Cirano lo mismo.
Nuestros dos equipos jugaron varios partidos. Sin resultado porque es de mal gusto pero:
Se perdió un solo parcial. El resto fue empate y todo para la 96.
Yo creo que esto suena tranquilito pero hay que cobrar la dimensión real de las cosas. La 96 es un equipazo que dividido le hace partido a lo que le pongan adelante.
A esos de las 11.30 uno de los chicos, Guido, tuvo un golpe y por las dudas hubo que trasladarlo a un centro asistencial. Allí lo atendieron recomendaron reposo y observación. Pero lo más notable de la consulta fue el pedido que vigilaran sus padres que no dijera incoherencias. Frente a lo cual nos tuvieron que frenar porque habíamos decidido internar al plantel completo en ese nosocomio.
Pero los médicos nos aseguraron que las incoherencias que nuestros jugadores propalan, no son de temer.
Debido a esto no pude ver los últimos parciales y, el que me contaron, fue el final de fiesta. La 96 dando vuelta un resultado con Andersen, mostrando no solo juego sinó compañerismo. Quienes estaban afuera alentaban a sus compañeros y lograron que ellos gracias a su empuje superaran ese resultado adverso por la mínima.
Fin de fiesta, tercer tiempo y vuelta a casa. Pero en el medio un gran reencuentro.
*Marcos Soto y Lucas no solo vinieron a verlos jugar sino que Lucas jugo su partido de despedida con su compañeros. Fue emocionante desde que se vieron hasta que se despidieron. Lucas hizo firmar su camiseta de Muni por todos y Marcos les contó el porque de su alejamiento en el idioma que entre ellos manejan.
Pero no todo esta dicho. Todo en la vida puede volver así que..., quién sabe?... en algún momento o en algún lugar la vida los junte de nuevo. Nunca esta todo dicho.
Pero no todo esta dicho. Todo en la vida puede volver así que..., quién sabe?... en algún momento o en algún lugar la vida los junte de nuevo. Nunca esta todo dicho.
Y menos en la boca y en las manos de este fanático.
Mañana quizas tenga novedades para mis suscriptores y en este blog del fin de semana que viene.
Espero que les haya gustado el video y las fotos.
EL RENEGAU
FANATICO SIN LUGAR A DUDAS
FANATICO SIN LUGAR A DUDAS
*Para quienes no los conocen: Marcos y Lucas (Padre e Hijo) fueron Entrenador y jugador de la 96 hasta este año.
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